LA SANIDAD DIVINA
Stg 5:14 ¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar
a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el
nombre del Señor. Stg 5:15 La oración de
fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le
perdonará.
Mar 6:12 Los doce salieron y exhortaban a la gente a
que se arrepintiera.
Mar 6:13 También expulsaban a muchos demonios y
sanaban a muchos enfermos, ungiéndolos con aceite.
·
El don de sanidad: "Este don único y
visible que Dios confió a los Apóstoles; (Mr._6:13)
continuó en la iglesia mucho después que otros dones milagrosos desaparecieran
de ella.
·
En realidad nos parece que estuviera destinado a
continuar para siempre, pues Santiago instruye a los ancianos - los únicos que
tenían dones o los que más tenían - para que lo administraran.
·
Este don era la única medicina de la Iglesia Cristiana ,
hasta que se perdió por la incredulidad... "Y
la oración de fe sanará al enfermo..." Lo sanará de su enfermedad,
y si algún pecado fuera el motivo de su enfermedad, se le perdonará.
·
Si este don divino se perdió por la
incredulidad, es razonable esperar que solamente será restituido por la fe.
Desde la época de los Apóstoles hasta nuestros días han existido personas que
han confiado implícitamente en el Señor Jesús para la sanidad de sus cuerpos, y
allí donde ha habido fe, se han operado milagros en el nombre del Señor Jesús,
semejantes a los que se registran en las páginas sagradas del Nuevo Testamento.
Los creyentes pentecostales aceptan por unanimidad la doctrina de la sanidad
divina y casi todos ellos la han experimentado y muchos que no son
pentecostales creen sin embargo en la sanidad divina de los enfermos mediante
la oración de fe, y se suscribirán sin vacilación a las siguientes
proposiciones:
1.
La enfermedad y
la muerte han descendido sobre la familia humana debido al pecado. "De consiguiente, vino la reconciliación por uno, por tanto
como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así
la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." Rm._5:12.
2.
Ni la enfermedad
ni la muerte son bendiciones sino maldiciones permitidas por Dios
sobre el hombre a consecuencia del pecado y la desobediencia. "Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e
hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oídos a sus mandamientos, y
guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de la que envié a los Egipcios
te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador." Ex._15:26. (Véase también Dt._28:15-68.
3.
No es Dios, sino
el diablo, el autor de la enfermedad y la muerte, mas Dios es el
Autor y Dador de la vida y la salud, y el Señor Jesús vino para destruir las obras
del diablo. Esto queda demostrado en el libro de Job y en otros muchos pasajes
bíblicos. Por ejemplo: "Cómo Dios ungió con el
Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo
bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con
él." Hch._10:38.
"Y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años
tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía
enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.
Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.
Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día
de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en estos,
pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo. Entonces el Señor le
respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de
reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de
Abraham que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta
ligadura en el día de reposo? Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos
sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas
gloriosas hechas por él. Lc_13:11-17.
"Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte
al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los
que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre."
Heb_2:14-15. "El que
practicaa el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo." 1Jn._3:8.
4.
Cristo fué hecho
maldición por nosotros, a fin de que quedáramos liberados de la
maldición del pecado. "Porque todos los que
dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está:
Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro
de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios,
es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que
dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito
todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa
del Espíritu." Gál._3:10-14.
5.
En la expiación
se establece una estipulación amplia para nuestra sanidad física,
como así también para nuestra liberación de la culpabilidad, penalidad y poder
del pecado. "Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido. Mas él herido fué por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fué sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados." Isa_53:4-5.
"Quién llevó él mismo nuestros pecados en su
cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados." 1Pe_2:24.
6.
Los beneficios
de la expiación se obtienen únicamente por la fe, y se le otorgan al
creyente sólo cuando éste se Apropia de ellos por la fe. En Mr._10:51 el señor hace la siguiente pregunta: ¿Qué quieres que te haga?" Y asimismo expresa:
"Conforme a vuestra fe os sea hecho." Mt._9:29.
7.
La sanidad
divina es parte integral del evangelio. "El Espíritu de Señor está sobre mí; por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados
de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner
en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor." Lc_4:18-19.
"Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se
ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera
demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia." Mt._10:7-8.
" Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles:
Se ha acercado a vosotros el reino de Dios." Lc_10:9.
" Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el
que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor, después que les habló, fué recibido
arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron
en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales
que la seguían. Amén." Mr._16:15-20.
8.
Dios quiere
sanar a todos los enfermos, pues se nos dice que tanto el Señor
Jesús como los Apóstoles sanaron a todos aquellos que se les acercaron
solicitando la salud.
a. "Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y
con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos." Mt._8:16.
b. "Y por la mano de los Apóstoles se hacían muchas señales
y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón...
tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos,
para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y
aún de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y
atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados." Hch._5:12;
Hch._5:15-16.
9.
El Señor
Jesucristo encomendó el ministerio de la sanidad primero a los doce, luego a
los setenta, mas tarde a toda la iglesia y finalmente a cada creyente en
particular. Lea los textos mencionados bajo la proposición número
siete. He aquí otro pasaje: "De cierto, de cierto
os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún
mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo." Jn._14:12-13.
10.
Las últimas palabras del Señor Jesús,
antes de ascender al cielo, de acuerdo a Mr._16:18,
constituyen una promesa permanente relativa a su poder sanador. Dice así: "Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán."
Según las instrucciones finales dadas a los creyentes por intermedio de Stg._5:14, éstos deben, cuando son atacados por
la enfermedad, llamar. "a los ancianos de la iglesia," quienes deben
ungirlos y orar por ellos. Luego añade la hermosa promesa que dice: "Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo
Levantará."
11.
Ningún hombre,
iglesia, rey o potentado tiene derecho alguno a Provocar las órdenes del Señor.
Ap._22:18-19.
12.
El Señor
Jesucristo sana a los enfermos en la Actualidad. Toda vez que se
cumplan sus mandatos, se manifiestan las obras extraordinarias del Señor Jesús.
"En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y
plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Y
respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y
oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos
oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el
evangelio." Lc_7:21-22.
Id, dad
las nuevas a Juan. Es decir, proclamemos a todos en General las nuevas
relativas a la sanidad.
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